jueves, 12 de febrero de 2015

Común como un gorila a rayas

Con mi desparpajo habitual, aparezco para importunar a quien siga por aquí a propósito de otro parecido más que razonable. Una ilustración de portada pulposa y otra bárbara. La portada clásica puede ser (no afirmo) de Basil Gogos. La moderna, por así decir, de Doug Beekman.


Nada más lejos de mi intención que sugerir plagio, pues supongo que las circunstancias son distintas y las comparaciones odiosas.


En el gran universo de las ideas, tener solamente una -en el fondo o en la forma- es garantía de repetición hasta la saciedad.
Vaya plan.