domingo, 11 de noviembre de 2012

Parecidos razonables

Me disculparán ustedes porque como verán no vengo afeitado ni con la pulcritud habitual. Es que no había previsto fondear por aquí. Pero como tenía que moderar un comentario aprovecho para colgar una tontada de las habituales.

Completando mi catálogo de cine psicotrónico me he topado con una película desconocida hasta hoy: Galaxina. Una cutre movie cuyo mayor interés es contemplar a Dorothy Stratten (la playmate con sesos voladores merced a un marido celoso) en el papel de robot con sentimientos (?). La cosa, digo, no tendría mayor relevancia para este blog de no ser por uno de los carteles usados para su publicidad. Helo aquí.

Los más viejos del lugar habrán exclamado en arameo mientras apretaban los dientes, porque tanta desfachatez es inaguantable. Alguien, un listo, se ha aprovechado descarada, impunemente, de la icónica imagen de Vampirella dibujada por Pepe González en los setenta. La película (es un decir) es de 1980. Aclaro para los malpensados.

Se podría pensar que el autor del cartel no fuera artista, sino humorista. Porque el póster es de traca, señores. Y no es sino un ejemplo del chusmazo que abunda en el medio gráfico, que va desde los dibujantes de comic que plagian a otros dibujantes de comic, caricaturistas que copian a otros caricaturistas, cartelistas que se aprovechan de otros cartelistas y/o diseñadores que, sí, roban a otros diseñadores.

A mí, ver estas cosas me deprime. Es más: parece que tengo imán para descubrir de quién y dónde proceden supuestos dibujos originales. Y, claro, me entran ganas de que llegue el fin del mundo. Para compensar, siempre quedarán artistas originales en los que solazarse entre tanta trampa y mediocridad. Pepe González es uno de ellos.

Aunque también me alegraría saber que al julai que perpetró el póster de Galaxina, un productor avispado le hubiese pagado sus honorarios en billetes del monopoly.

Justicia poética. Siempre nos quedará Vampirella.


2 comentarios:

  1. La firma parece ser de un tal Segarra. Me suena a alguno de aquellos artistas menores que publicaban en Zona 84...

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  2. Pues ya alcanzas a decir más que yo, Mr. juez. Soy incapaz de reconocer el estilo del plagiador fullero. De cualquier forma, consultaré con mi compadre Olivares por si su saber enciclopédico nos saca de dudas.

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