sábado, 17 de julio de 2010

De Torres y vigías


(Texto enviado a Malaka Studio a propósito de las críticas -españolas- recibidas por Juan Torres y su trabajo El Velo, y contestadas por él en el enlace)

Ay, Juanito, ¡Torre de herejes y de cristianos! ¿Qué nos tocará ahora, con la que está cayendo? ¿Cómo se iba a imaginar el fandom español que desayunaría una mañana soleada de junio, con la noticia de que un grupo de envidiosos pretende que se te tilde de mediocre? Si se buscaba sorpresa, el objetivo ha fallado. De sobra sabemos que en esta España nuestra, cuna de celos y resquemores, disparar al que despunta es deporte nacional. Y si un envidioso te tilda de mediocre, es porque él se sabe doblemente vulgar. Pero en todo caso, la polémica anda servida.

A lo mejor tenemos que preguntarle a estas lumbreras dónde han llegado ellos con sus guiones originales y su lucha diaria como editores. Porque, según parece, deben haber sido capaces de editar en España y Estados Unidos -no hay pega ninguna- y de vender sus trabajos a editoriales como Avatar, Dark Planet, IDW o DC.

Los mediocres envidiosos, digámoslo así, son unos entusiastas y unos estudiosos del diccionario enciclopédico de Cuadrado. O de los mamotretos semióticos de Gubern. Lo bastante como para que, en reuniones de frikis, les venga a la boca eso de “soy experto en comics”, aunque en su vida hayan escrito un mal diálogo o dibujado un mísero manchurrón.

A la hora de proponer que El Velo es un comic mediocre, el asunto va más allá de la mera crítica gratuita y cae de lleno en la olla en la que hierve el comentario subjetivo. Porque, sí, se puede criticar El Velo como se puede criticar cualquier cosa. Se puede decir que el final es un poco apresurado. Que algunos dibujos de Gaby se hacen borrosos o confusos. Que la reproducción podía haber sido a mayor tamaño. Que…

En la figura del Torres cristaliza muchos de nuestros anhelos. Me refiero a los anhelos de quienes llevamos el tebeo dentro. De los que hemos vivido por y para hacer y disfrutar de los tebeos. Hubo un proyecto para crear una zona cultural de comics hispanos (un gran parque temático de las viñetas) llamado MegaMultimedia, donde con más ilusión que beneficios nos rompimos las muñecas dibujando y escribiendo. Pero al final, después de muchos esfuerzos, se quedó en nada, según suele suceder tantas veces. Pero el Torres lo intentó una vez más, con Sulaco Ediciones. Editando, escribiendo, creando, arriesgando. Y los que nos quedamos más fuera que dentro, con algún desencuentro incluso, lo veíamos esperanzados por que llegase a buen puerto. Sulaco antes de convertirse en ruinas, y otra vez con el Torres, claro, se transformó en Malaka Studio. Y en esas está. Quiero decir con esto que en Malaka, en el Torres, y en El Velo hay sustancia. No es uno de esos lugares comunes que no echan gusto a nada, aburridos por la copia, la inoperancia o la fama injusta y mal administrada.

Escribí hace mucho tiempo que Juan Torres estaba llamado a ser el Stan Lee español. El tiempo y las envidias me están dando la razón.

2 comentarios:

  1. Lo resumiría con un "Ladran, luego cabalgamos" ó un, si quieres grosero: "Pa que te den polculo, en ningún sitio como en casa"... en fin...
    Que GRANDE es EL VELO, que icreiblemente bueno es EL TORRES.

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  2. Te doy toda la razón, Juanjo. Como en casa, en ningún sitio... Menos mal que a cierta edad vamos teniendo el rabo pelao.
    Abrazos!

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